Cuando Ava descubre que su sobrino morirá a causa de una maldición, se sube a un barco y navega hacia el exilio de la única diosa que puede ayudarla, aquella capaz de concederle un deseo a quien la libere de su prisión. Con un antiguo cuaderno de viajes como guía y el que fue su amigo de la adolescencia como acompañante, inicia esta odisea de la cual no sabe si regresará con vida. Lo que sí sabe es que no puede confiar en nada ni en nadie… mucho menos en el traicionero mar.