—Iván va en busca de la doncella, recorre todo ese camino, la alcanza, pero no conquista su corazón. Para lograrlo, Iván debe cruzar un mar. En la otra orilla crece un roble, encima del roble hay un arcón, y en el arcón una liebre, dentro de la liebre un pato, en el pato un huevo. Dentro de este huevo se encuentra el amor de la Zar-doncella.
—Y ¿luego?
—Ni siquiera eso basta. La muchacha primero debe comerse el huevo. Tan solo cuando se lo come el amor por Iván torna a su corazón…
—Y ¿se comió el huevo?
—Sí. Aunque gracias a un engaño.