Había tenido un sueño muy vívido en el cual Clarity se caía del muelle; pero en el sueño, en lugar de ser un perro malo, Ethan estaba allí, arrodillado al fondo del lago. «Buen perro», me decía, y yo notaba que él se alegraba de que hubiera estado vigilando a la niña. Cuando ella regresara a la granja, yo volvería a cuidarla. Eso era lo que Ethan quería que hiciera.