La poderosa historia de la primera mujer que testificó contra la Mafia.
«Señora, ¿por qué?», preguntó en 1963 el juez Cesare Terranova, pionero en la investigación de la Cosa Nostra. Era Serafina Battaglia —vestida de negro y con la cabeza envuelta en un chal— quien, al otro lado del escritorio, entregaba al magistrado las fotografías de su marido y su hijo, asesinados en poco más de veinticuatro meses en una disputa mafiosa. Desde ese momento, en Palermo y en otros tribunales italianos, la viuda empezó a hablar sin tapujos de una organización criminal cuya existencia muchos seguían negando. Ella la conocía bien, porque «las hembras de la casa lo saben».
Serafina empezaba así su propia guerra contra la mafia, el Estado y la Iglesia, y como la pistola de la que no se desprendía jamás no era suficiente, convirtió en su arma a la maquinaria de la justicia. No se contentó con revelar nombres, tramas y delitos; entre el desprecio y la burla, llenó además las salas de justicia de gestos teatrales y escupitajos temerarios que despojaron a los mafiosos de su aura de poder.
A partir de sus palabras en una entrevista concedida a la RAI en 1967, esta novela explora las múltiples facetas de la figura de la viuda Battaglia —testigo, arrepentida, madre coraje, vengadora solitaria y feroz—, y descubre a una mujer —nunca culpable, nunca inocente— dramáticamente atrapada entre la tradición y la revuelta.
«La literatura que llega donde otras verdades no pueden acceder ha encontrado una nueva voz en Marzia Sabella».
Helena Janeczek