Para Monique Dorang, una de las críticas especializadas en la obra de Zambrano, Claros del bosque plantea el acercamiento a la divinidad de parte de la filósofa malagueña, un acercamiento que está basado en un saber de experiencias con connotaciones místicas, de manera que la ontología que Zambrano propone es el resultado de un descifrar el sentir sobre el ser oculto. En esta misma línea, apostilla Ana Bundgaard que en Claros del bosque se inscribe la mística de la penumbra y de la metafísica y, por consiguiente, este libro expone múltiples reflexiones en torno al misticismo como creencia y como expresión poética, además de presentar una suerte de ideología o cosmovisión, ya que si bien la mística sucede dentro del alma, también está fundada en la naturaleza propia del hombre y en modo alguno es ajena a lo humano.