Sumario de plantas oficiosas

Quizás toda flora, aun la que vive en nuestra cabeza, merece nuestro cuidado.

Quizás toda flora, aun la que vive en nuestra cabeza, merece nuestro cuidado.

botánica de sus poemas no es descriptiva, sino alegórica. Reviso las hojas y pétalos hace tiempos recolectados pa

plantas indestructibles allí referidas. En el lento morir de la tierra, la magnífica novela de Brian Aldiss,

flor de Coleridge pude ser cualquiera”, le escribo.

contratar personas para que hagan la tarea que ya no alcanzan a hacer las abejas y me quedo pasmado ante el acortamiento de la distancia entre la predicción distópica y la realida

Como los cronistas de los ejércitos, yo podría seguir a las plantas invasoras en su avance marcial sobre los humanos.

mucha belleza, los dones indeseados, su pródigo y mortal abrazo figuran como uno de los tópicos centrales de la literatura: deseos cumplidos que culminan en desastre.

amiga que se dedica a perseguirlas me dice que el sueño de todos los expedicionarios es encontrar alguna vez una especie nueva y ponerle nombre.

Todavía hoy, la búsqueda de orquídeas raras o poco vistas, como las distintas variedades de la drácula, las raras orquídeas de la subtribu Pleurothallidinae, es una ocupación aristocrática, si es que algo puede quedar de aristocracia en el hecho de adentrarse en los matorrales deletéreos para encontrar una flor bajo las sombras de los cámbulos —Erythrina poeppigiana— o en las copas de un pisquín —Albizia carbonaria— inaccesible azotado por los viento