Los liberales “comunistas”, como los llama Mark Fisher, creen que se aliviana la conciencia diciendo que hay capitalismo responsable y que puede haber algo así como una “deforestación sostenible”, un oxímoron que no valdría la pena discutir. En Colombia, pastos como la braquiaria —Urochloa decumbens—, el quicuyo —Cenchrus clandestinus— y el King grass fueron la alfombra por la que desfilaron los más siniestros ejércitos paramilitares, puntas de lanza de la usurpación de tierras ancestrales.