La obra expone un mundo de especulaciones que transitan sin rumbo exacto, imitando su materia, desde objetos varios del pensamiento emergente y la plástica del entresiglo XVI-XVII, hasta posturas y prácticas pseudo o paracientíficas, presentes entonces y hoy como herramientas creativas e interpretativas; son especulaciones que se agitan en el inestable ambiente emocional, artístico e intelectual donde coexistieron la creatividad de William Shakespeare y la de sus coetáneos, dentro o fuera de Inglaterra.