Dos expresiones populares en el campo de la sicología de la autoimagen ilustran esta tesis fundamental: “Somos lo que creemos ser” y “Lo que los demás piensan de mí no es ni por lejos tan importante como lo que yo pienso de mí mismo”. Todo el mundo tiene una imagen de sí mismo, buena o mala, pero cualquiera que sea esa imagen, afectará nuestro comportamiento, actitudes, productividad y, en última instancia, nuestro éxito en la vida.