Érase una vez, hace muchos años, un lejano país entero, pueblo y dirigentes, campesinos y ciudadanos, vivió en un cuento de hadas. El truco mágico se llamaba «economía planificada» y con él se iba a conseguir el milagro de la abundancia. Las cosechas, la producción, los bienes y los servicios crecerían año tras año, con una eficiencia y una fiabilidad que nunca iba a conseguir el capitalismo. Y durante unos años maravillosos, a finales de la década de 1950, parecía posible.
Este libro, mitad novela, mitad ensayo, mitad comedia de ideas, relata ese instante mágico en que la utopía del comunismo soviético tomó por asalto la realidad. Un instante breve, bajo el mandato de Nikita Jruchov, cuando Moscú iba a brillar más que Manhattan, y los Lada tendrían mejores motores que los Porsche. Es un relato nuevo, ambicioso como un Sputnik, encantador como la sonrisa de una azafata de Aeroflot, brillante como una copa de champán soviético.