En un tiempo de renovada globalización y de creciente estandarización de los productos culturales, De las más altas cumbres se presenta como un nuevo esfuerzo de Rojo para descolonizar nuestros estudios literarios y culturales, poniendo de manifiesto la existencia de una tradición de pensamiento latinoamericano sobre tales asuntos. Recorre sus páginas la convicción de que América Latina posee una cultura poderosa, que, aunque ligada a la cultura del Occidente metropolitano, posee su propio espesor.