La espuma de los días

Así es la vida. Las cosas no pueden ir siempre bien

Pero uno debería arreglárselas siempre para morir teniendo un entierro decente bien asegurado.

Debe de ser por eso por lo que la caja tiene tantas abolladuras -pensó Colin, y lloró porque Chloé debía de estar magullada y descompuesta.

Sus ojos veían a Chloé, en el lecho de sus nupcias, apagada, con sus cabellos oscuros y su nariz recta, su frente un poco abombada, su cara de óvalo redondeado y suave; y sus párpados cerrados que la habían arrojado fuera del mundo.

pero no se puede aceptar de una mujer que esté con uno simplemente porque le ame.

Las personas no cambian. Son las cosas las que cambian

La amaba tanto en ese momento que se habría matado por su aturdimiento.

– ¡Hola!… -dijo Chloé.

– Hola… ¿Eres una versión adaptada por Duke Ellington?… -preguntó Colin y se marchó porque estaba convencido de que había dicho una estupidez.

Se les ha inculcado la idea de que trabajar es algo bueno -dijo Colin-. En general, se considera así. Pero, de hecho, no hay nadie que lo piense. Se hace por costumbre y para no pensar en ello precisamente.

Lo que yo quiero decir es que la gente trabaja para vivir en lugar de trabajar para hacer máquinas que les permitan vivir sin trabajar.