Ella atraviesa el peor momento de su vida. Él tiene una propuesta difícil de rechazar. Pero la pasión no estaba en el trato. «¿Podemos hablar?». Esta frase, que desata todos los miedos en cualquier pareja, pone a la defensiva a Simon de inmediato. Kara quiere que firme un acuerdo prenupcial y Simon no está dispuesto a firmar nada que suponga en un horizonte muy lejano una hipotética separación de la única mujer que tiene la capacidad de volverlo loco. Y no solamente de volverlo loco… Kara aún guarda otra sorpresa para Simon.