¿Cuál es el origen más profundo de la división social? ¿Existe una dialéctica más radical que la de la lucha de clases? En La dialéctica del sexo, libro que se ha convertido ya en un «clásico», se da una respuesta tajante: La desigualdad biológica entre hombres y mujeres es la causa más en el origen del sistema de clases y no viceversa.A lo largo de diez provocativos capítulos, Shulamith Firestone, pasa revista a la maquinaria política que alimenta al «chauvinismo» masculino y analiza la importancia de mitos como el amor romántico —que refuerzan la sumisión femenina. Examina también a fondo las facciones básicas en el interior de los movimientos feministas actuales e incita a asumir una postura radical capaz de desarrollar un nuevo estilo político que reconcilie la prorrogativa femenina con el mundo exterior. Al fin y al cabo, en un mundo en el cual lo cultural y lo natural son conceptos cuya distinción tiende a diluirse, cabe pensar que lo que es «natural» ya no es necesariamente «humano». Para sobrevivir y acomodarnos a la altura de los tiempos, tal vez debamos revisar nuestros conceptos sobre la familia y romper la política tradicional de los roles sexuales. A la luz de la esta perspectiva, La dialéctica del sexo esboza el proyecto de una sociedad postrevolucionaria en la que el sistema de clases sexuales desaparece para dar paso a una alternativa más humana.