Sungju era un niño acomodado más de familia militar en Pionyang, la capital norcoreana, cuando, tras la muerte del Líder Supremo, Kim il-Sung, debe despedirse de su perro y sus juguetes para mudarse de manera abrupta a un pueblo donde la realidad de su país sacudirá su vida por completo. Convertido en kotjebi, un niño de la calle, tendrá que ingeniárselas junto a su grupo de amigos para sobrevivir en una sociedad que tiene demasiado hambre como para pararse a ayudarlo.