Horror? -exclamó el doctor-. No. Cuando un reloj como éste deja de funcionar, para mí ya no es más que una ingeniosa pieza de maquinaria para ser investigada con el bisturí. Cuando la sangre se enfría y se estanca, deja de ser sangre humana; cuando la carne está muerta ya no es esa carne que deseamos en nuestros amantes y respetamos en nuestros amigos. La gracia, la atracción, el terror, todo se ha desvanecido con el espíritu que los animaba