Llevo cuatro meses sin dormir. Ni una sola noche. Me encuentro en un estado de gran nerviosismo. Delgada como un palo. Nada atractiva, a decir verdad. Es una pena, me hubiera gustado exhibir mi mejor imagen, pero no puedo hacer nada al respecto. Da igual lo que coma, sigo perdiendo peso. Estoy tan demacrada que ya no soporto mirarme al espejo. Mis brazos son como palos. Tengo el pecho fláccido, sin ningún atractivo sexual. El culo se me ha quedado plano y soso (la ventaja es que los vaqueros me quedan geniales). Y mis labios vaginales..., bueno, ¿es éste el aspecto que tienen todas las chicas que son muy delgadas? Lo consulto con un par de expertas en belleza. Sí, no me pasa sólo a mí. Las chicas extremadamente flacas tienen los faldones del coño colgantes. No me extraña que haya crecido tanto el número de chicas que se someten a una labioplastia, como se llama en el negocio de la cirugía estética, puesto que con la moda de la delgadez y de depilarse todo el vello del pubis, ya no hay donde esconderlos.