Ensayo que ha ejercido una decisiva influencia sobre la teoría social y política contemporáneas, La miseria del historicismo emprende la crítica de un punto de partida tan erróneo en su planteamiento como falaz en sus implicaciones: la certeza de que la evolución de las sociedades humanas puede ser objeto de predicción mediante el descubrimiento de los ritos, modelos, leyes o tendencias que supuestamente gobernarían su curso. Ahora bien, como argumenta Karl. R. Popper en esta audaz crítica, dado que la historia humana está influida de forma crucial por el crecimiento del conocimiento, y dado también que no cabe anticipar hoy lo que sabremos mañana, la pretensión de predecir el futuro carece de todo fundamento científico y pertenece al campo de la pura superstición. Así pues, la tesis fundamental de este libro es que la creencia en un destino histórico para razas, grupos, clases o la humanidad en su conjunto, es pura superstición y que no puede haber predicción del curso de la historia humana por métodos científicos o cualquier otra clase de método racional.