La humanidad se encuentra ante una paradoja: prevenir y controlar el riesgo de autodestrucción de la especie humana o aprovechar la oportunidad para crear el proceso de autopercepción como
especie. Para sobrevivir requerimos de la definición de un nuevo orden ético.
De acuerdo con el autor, este orden debe ser un nuevo paradigma de civilización, de especie —para nuestra conservación— en el que se fundamente una nueva cosmovisión en la cual se diluyan todas las discusiones ideológicas y en conjunto consideremos el cuidado como el aprendizaje fundamental dentro de los desafíos de supervivencia, porque el cuidado no es una opción: los seres humanos aprendemos a cuidarnos o perecemos. El cuidado no solo es personal, abarca todas nuestras acciones, incluso nuestra interacción con el ambiente.