Quiero llenarle de odio y de desprecio, para que sea usted un ser superior —declaró—. Fíjese en mi hermano. Vaya tipo, ¿eh? Despreciaba a todo el mundo, ya lo ve. No tiene usted ni idea de con qué desprecio nos miraba, a mi madre y a mí. ¿Y no era acaso superior a nosotros? Usted sabe que sí lo era. Usted no lo ha visto nunca, y sin embargo le he hecho percibir que así era. Le he dado la sensación de ello. Murió. Una vez, estando borracho, se tendió en los rieles, y el vagón en el que vivía con los demás pintores le pasó por encima