ntes yo era conservacionista. Lloraba y me lamentaba de que la gente le disparase a las águilas calvas desde helicópteros con fusiles automáticos y demás, pero lo dejé. Hay un río en Cleveland que está tan contaminado que se incendia más o menos una vez al año. Antes me ponía malo, pero ahora me río. Cuando un petrolero vierte accidentalmente su carga en el océano y mata millones de pájaros y miles de millones de peces, digo: «Más poder para la Standard Oil», o para quienquiera que lo vertiera. —Trout levantó los brazos en señal de celebración—. A tomar por culo con Mobil gas —dijo.