Estamos viendo al Padre levantar una nueva generación de personas con los dones ministeriales de apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro mencionados en Efesios 4 que están tomando su lugar en la tierra y contribuyendo su valioso aporte a la obra de Dios. Con esta restauración, el Cuerpo de Cristo está comenzando a llegar a su madurez.