Con la llegada de la COVID-19 ha empezado un periodo de confinamiento que ha reducido a cenizas el cíclico vaivén de las entradas y salidas de estudiantes, convirtiendo las aulas en un espacio vacío, desprovisto de su sentido primordial. La transición de un sistema educativo presencial a un modelo de educación a distancia ha sido, probablemente, el mayor sobresalto que ha recibido la educación en España y en muchos otros países en el último tercio del siglo XX y este comienzo de siglo XXI. Aún no tenemos perspectiva histórica para conocer cuáles han sido los efectos durante el curso 2019–2020. Necesitamos información para comprender el impacto de la enfermedad en los menores, el efecto del confinamiento en su aprendizaje y su crecimiento o la repercusión de la transformación del sistema educativo en los centros y los docentes. Sin embargo, ya estamos inmersos en un nuevo curso y hay que tomar decisiones.
El objetivo de este libro es hacer propuestas útiles para la educación del siglo XXI. Hace un recorrido por algunas de las ideas clave: organización de los centros educativos, infraestructuras, metodologías de enseñanza, aprendizaje en tiempos del COVID-19, evaluación, desarrollo integral de la persona y el contexto comunitario y social en el cual tiene lugar el aprendizaje, intentando responder a las preguntas que puede tener un docente a comienzos del curso 2020–2021, pero sin renunciar a aportar los resultados de investigaciones recientes o las propuestas que se estén desarrollando en instituciones o centros educativos de reconocido prestigio.