A través de la historia de dos familias, la de los Ogaiz, labradores del viejo barrio de Lizarra, y la de los Bertolín, comerciantes afincados en el burgo franco de Estella, se nos muestra los terribles años tras la muerte del rey de Francia y Navarra, Carlos I, en el año 1328. Los navarros quieren reclamar su propio rey en un país afectado por una terrible y larga sequía, el hambre y la peste negra.