El ser humano cree que tiene la habilidad de saber, de conocer y no es cierto; el ser humano tiene dos ojos, los perros dos ojos; nosotros tendemos a pensar que vemos la misma cosa; el perro y el gato ven una cosa a través de los ojos y no hacen discriminación entre si es buena o mala, hombre-mujer. Los gatos no ven diferencias; es sólo propio de los humanos, cree que ha conseguido atrapar el color azul.
El ser humano mira la montaña, el valle y los ve de forma separada. Cree que conoce a cada uno por separado, los gatos y perros ven estos elementos, pero no separados; el ser humano ha dividido la naturaleza en 4 partes y cree que conoce la naturaleza, cuando lo único que ha hecho es dividirla.
El ser humano ha cortado la naturaleza en 4 partes, piensa que realmente la conoce, pero no es verdad. Los perros y los gatos conocen la naturaleza verdadera, mientras que los hombres la dividen en partes.
Es como si tienes un vaso y lo rompes en 4 trozos. El ser humano coge un trozo y piensa en un vaso y, además, piensa que es más inteligente que los perros y gatos que ven cristal. Cree que conoce un punto, la línea, en realidad no conoce ni el punto ni la línea.
Hay unas palabras de Sócrates: sólo sé que no sé nada. Los seres humanos ni siquiera se conocen a sí mismos, lo único que sabemos es que el ser humano es distinto a los perros y a los gatos, y tiende a pensar que lo conoce todo