Así, Kuhn llega a la conclusión antirrealista de que este grupo de cinco criterios no es suficiente para determinar la selección de teorías en ningún momento, y que por el contrario factores externos, sociológicos, parecen desempeñar un papel decisivo en la selección de teorías (por ejemplo, el apego de Kepler al neoplatonismo parece haber sido uno de los factores que lo llevaron a adoptar el copernicanismo). Resulta que, para bien o para mal, las reflexiones de Kuhn sobre la selección de teorías hayan abierto brecha para el anarquismo metodológico de Feyerabend (1975) y para lo que más tarde se conocería como la sociología del conocimiento científico.