Encuentro con la sombra

emprender un largo viaje existencial cargando una mochila llena de piedras sin nadie a quien recurrir ni una meta segura que alcanzar.

la curación de la sombra es también una cuestión de amor. ¿En qué medida aceptamos nuestros aspectos más abyectos, desagradables y perversos? ¿Cuánta caridad y compasión mostramos ante nuestra propia debilidad y enfermedad?

No podemos seguir creyendo ingenuamente que la virtud se alcanza renunciando al vicio; es imposible definir nuestro ascenso ético en términos de lo que hemos abandonado. Este tipo de bondad no es más que mera arrogancia.

En mi opinión, sin embargo, los logros alcanzados por el individualismo que surgió en el Renacimiento deben armonizarse con el desarrollo de una nueva solidaridad, un compromiso deliberadamente asumido de corresponsabilidad con el resto de los seres humanos.

Para alcanzar la plenitud debemos liberarnos del poder del psiquismo colectivo y del entorno que nos rodea y estar dispuestos a parecer inútiles o imbéciles.

Cuanto más tratamos de seguir nuestro propio camino más nos molesta la rigidez de las normas y los valores colectivos.

Jung también subrayaba la importancia de vivir nuestra propia vida. El punto fundamental del proceso de individuación consiste en desarrollar nuestra personalidad a pesar de las exigencias a que nos somete la vida colectiva.

Esther Harding en The Value and Meaning of Depresion (1970)

Según Jung, nuestros síntomas y complejos neuróticos son elaboraciones del inconsciente para impulsarnos hacia el camino de la realización.

Desde este punto de vista, lo que parece incorrecto es absolutamente adecuado porque nos proporciona un nuevo sentido que puede servir a algún propósito desconocido.