En el caso de Schopenhauer, el problema es que la primera función hace imposible la segunda; de hecho, su filosofía conduce a conclusiones simples: el mundo es lamentable, una cosa que sería mejor que no existiera; dentro del mundo, el universo de los seres vivos constituye una zona de sufrimiento agravado; y la vida humana, su forma más elaborada, es también la más rica en dolores.