En el carretero de la muerte. un joven se encuentra moribundo luego de ser agredido por dos vagabundos que solo minutos antes eran sus compañeros de borracheras. Tiene una hemorragia interna. No hay prácticamente esperanzas de ser salvado. Es de noche, se encuentra oculto en el jardín de la iglesia, y a pesar de que hay mucha gente en la calle por ser la noche de San Silvestre y estar sonando las campanas que dejan atrás el año viejo, nadie penetra en el jardín. Apenas el reloj ha lanzado la última campanada de la media noche, un rechinamiento se deja oír, como provocado por una rueda mal engrasada. No tardó mucho en darse cuenta que el sonido no es otro que la carreta de la muerte, la cual esta dirigida por el carretero, y aquí lo invade el miedo al recordar que el conductor no es siempre el mismo, sino el último hombre que muere en el año, aquel que entrega su alma al sonar la última campanada de las 12 de la noche. El reloj lanza la última campanada.