Cristóbal de Virués escribió tragedias violentas y fue muy popular con La gran Semíramis, La cruel Casandra y Atila furioso, estrenadas en Valencia entre 1580 y 1590. En ellas que empleó con frecuencia recursos del teatro clásico como el coro.
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Menón, Zopiro hombre, de hábito en Semíramis.)
Menón: El fiero son del temeroso asalto,
que enciende y hiela los humanos pechos,
subía por el aire a lo más alto
de los eternos estrellados techos,
cuando, con amoroso sobresalto,
en medio de la armas y pertrechos
me dieron, mi dulcísima querida,
nueva de vuestra súbita venida.
Arremetía ya el abierto muro,
puestos los ojos en la gloria y fama;
pero sabiendo que llegastes, juro
que me trajo volando a vos mi llama
y, aunque el honor viniendo me aventura,
verá quien me juzgare, si me infama,
que importa más gozar de vos, mi cielo,
que cuanta gloria puede darme el suelo.