Mientras él se recuperaba en Valparaíso, 4000 kilómetros más al Sur dos barcos balleneros noruegos se acercaban a la Antártida siguiendo los pasos de la flota ballenera escocesa que había probado suerte en aquellas aguas el año anterior. Y, coincidiendo con el cumpleaños del convaleciente aprendiz, consiguieron cruzar el Círculo Polar Antártico. Uno de ellos por la zona occidental de la península Antártica y el otro, el Jason, al mando del capitán Larsen, por la zona opuesta: por el temido mar de Weddell