Esta primera biografía de Augusto Monterroso es una verdadera hazaña. Lámbarry domina el arte de la biografía y mantiene el difícil equilibrio entre dos voces: la supuesta voz neutra del académico y la voz apasionada del novelista. Obra cautivadora, se lee como una novela cuyo protagonista es uno de los autores más fascinantes y excéntricos de las letras latinoamericanas, pero al mismo tiempo se basa en una investigación sólida de archivos en Princeton y Oviedo, en lecturas críticas de las obras de Monterroso, reseñas literarias y entrevistas con familiares y amigos. El autor entreteje sutilmente dos líneas narrativas: la de la vida del hombre Monterroso –con sus exilios, sus trabajos, sus amores…— y la del autor en busca de un estilo propio. En esta segunda línea, nos deslumbra con análisis literarios realizados con perspicacia e ingenio.
Tal vez muchos lectores de Monterroso –entre los que me incluyo— pensábamos saber bastante de su vida por el fuerte carácter autobiográfico de su obra. Nos hemos equivocado. El presente texto descorre un poco el velo y revela muchos datos desconocidos. Descubrimos a otro Monterroso. Curiosamente, queda algo de misterio porque como bien señala su autor: el escritor guatemalteco solía esconderse «detrás de la máscara del humor y la erudición».
Monterroso cuenta ahora con una biografía en la que Lámbarry da vida a un hombre de carne y hueso, con sus inseguridades, sueños y pasiones y, a la vez, vemos cómo se originó y se desarrolló la obra de un gran clásico de la literatura latinoamericana.
An Van Hecke