“Repensar la economía desde la democracia” implica que la clase trabajadora ocupe el lugar que le corresponde, mejorando su capacidad de negociar sus condiciones de trabajo y participando en la gestión de la empresa. La negociación colectiva es un instrumento indudable de democratización de la empresa, de regulación de los derechos laborales; permite crear un compromiso con el empleo estable y constituye la pieza esencial por la que se redistribuye el excedente empresarial reduciendo la desigualdad. Pero en estas reflexiones se plantea algo más.