«La vida es en todas partes la vida, la vida está en nosotros mismos y no en el exterior. Cerca de mí habrá gente y ser un ser humano entre la gente, a pesar de los infortunios que puedan presentarse, no sentirse abatido ni desalentarse –eso es la vida y ese es su objetivo. Ahora los sé. Esta idea ya forma parte de mi carne y de mi sangre. ¡De verdad! Aquella cabeza que creaba, que vivía de la vida superior del arte, que reconocía y se había habituado a las exigencias más altas del espíritu, esa cabeza fue arrancada de mis hombros. Quedó la memoria y también las imágenes que he creado pero que aún no he encarnado. Ellas me cubrirán de úlceras, ¡de verdad! Pero he conservado el corazón y la misma carne y sangre capaces de amar y sufrir y desear y recordar y eso es, pese a todo, la vida.