La alimentación emocional es un patrón de alimentación motivado por emociones negativas como la tristeza, la ansiedad, el estrés o el aburrimiento. Cuando comemos por emociones, no estamos realmente hambrientos, sino que usamos la comida para lidiar con nuestros sentimientos. Esto puede conducir a una serie de problemas de salud, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón.
¿Por qué comemos por emociones?
Hay una serie de razones por las que la gente come por emociones. Algunas personas pueden haber aprendido a usar la comida como una forma de lidiar con el estrés o la ansiedad desde la infancia. Otros pueden comer por emociones cuando se sienten tristes, solos o enojados. Incluso otros pueden comer por emociones simplemente porque les gusta la sensación de comer alimentos sabrosos.
¿Cómo dejar de comer por emociones?
Si está luchando con el hábito de comer emocionalmente, hay varias cosas que puede hacer para detenerlo. Aquí hay algunos consejos:
Identifica tus desencadenantes emocionales. ¿Cuáles son las emociones que más te llevan a comer por emociones? Una vez que conozca sus factores desencadenantes, puede comenzar a desarrollar estrategias para tratarlos de manera saludable.
Dar tiempo entre la emoción y la comida. Cuando tenga ganas de comer por emociones, espere al menos 30 minutos antes de comer. Esto te dará tiempo para calmar tus pensamientos y emociones y para tomar una decisión más consciente sobre qué comer.
Elija alimentos saludables. Cuando coma, elija alimentos que sean ricos en nutrientes y que le ayuden a sentirse lleno. Evite los alimentos procesados, azucarados y grasos, ya que estos alimentos pueden empeorar las emociones negativas y conducir a comer en exceso.
Encuentre otras formas de lidiar con el estrés y la ansiedad. El ejercicio, la meditación y el yoga son algunas formas saludables de lidiar con el estrés y la ansiedad. Si tiene dificultades para lidiar con sus emociones, busque ayuda profesional.
El comer emocional es un problema complejo, pero es posible superarlo. Con un poco de esfuerzo, puede aprender a manejar sus emociones de una manera saludable y evitar los problemas de salud asociados con la alimentación emocional.