'La perturbación como motor de la historia' plantea que hechos disruptivos de gran repercusión pública fueron eventos que, al tiempo que pusieron en evidencia el agotamiento del sistema ferroviario metropolitano, promovieron intervenciones tendientes a su transformación.
A inicios del ciclo kirchnerista sobrevivía un sistema en profundo declive en su desempeño. Concesionado a operadores privados en el marco de la reestructuración neoliberal de los 90, sujeto a posteriores reorganizaciones, el servicio fue configurando una lógica reproductiva que aseguraba su funcionamiento a expensas de su calidad. En contraste, a diciembre de 2015, al finalizar el ciclo, existía un sistema en franca renovación en el cual el Estado había adquirido un protagonismo central.
Este libro recorre las vías de esa transformación desde una perspectiva que propone a las perturbaciones como estaciones centrales en este recorrido del tren de la historia. En él, los pasajeros y sus padecimientos cobran un protagonismo central.