MADRE CON QUÉ LIMPIO estas manchas de
nacimiento
si tengo un rostro en las manos
bordado
padre no me enseñó a huir
solo a quedarme quieta y a no hacer ruido
—empuñando un rifle
apreciarás silencio y camuflaje—
pero mi defecto siempre es el mismo
mecer al animal entre la carne y el sueño
todo lo que estábamos
dispuestos a destrozar
para qué
dices ahora,
todo
para qué.