Cuaderno de campo

la ternura siempre es
más fácil con un trozo de pan en la boca

dime qué anoto ahora en este cuaderno si todos los pájaros no cantaron o se escondieron

Ahora que no sabemos diferenciar
la voz del mugido
el pasto del alimento
aquí nosotros,
aquí tus vacas,
abuelo.

Pero él,
hijo ternero con voz de pájaro
nunca supo de la importancia
de devorar a la presa
en el mismo lugar
donde el cuerpo
quedaba sin vida.

¿quién recogerá todo lo que una mujer escribe?

Venía el hombre con la piel de lobo
cantando por las calles
y nosotros
en lugar de tocar el amuleto
y santiguarnos,
buscábamos refugio en el barro.
El tacto fantasma del pelaje

¿sabes de la textura del dolor
o de la primera leche que se desprende?

si fuesen a mataros mañana con vuestro hijo,
¿no le daríais de comer hoy?
al saber que cuando escasea la comida
las aves ignoran los lamentos de las crías
más débiles

Con un injerto puedes hacer que árbol y fruto sean diferentes; basta una navaja y una venda. Pero el brazo del padre no manda en la cabeza del hijo. Guarda tu dolor y tus manos. Mi abuelo usaba la navaja.

Yo vendaba la nueva carne. No olvides llorar para que la herida cicatrice.