Constantino el Grande es una figura histórica compleja, rodeada de controversias y contradicciones.
Las fuentes históricas que tratan su figura a menudo resultan tendenciosas, sea a favor o en contra, y es normal, pues fue el primer emperador de Roma que se convirtió al cristianismo. Sus defensores, empezando por él mismo y los que lo rodeaban, exhiben la brillantez de sus logros y de su personalidad, pero sus enemigos políticos dibujan el cuadro con colores mucho más oscuros, casi tenebrosos. No hay término medio: las fuentes son o bien defensoras a ultranza de su figura o bien lo denuestan por completo. No hay ningún trabajo objetivo que dé pistas inequívocas y ciertas acerca de su vida, de lo que pensaba ni de las verdaderas motivaciones de sus actos. La verdad es que los historiadores de la época escribieron lo que la gente quería escuchar, siguiendo las corrientes políticas y culturales en boga, sin ajustarse a la objetividad y a la verdad.
Los historiadores aún no han resuelto el enigma acerca del tipo de hombre que era, ni de lo que realmente consiguió. Solo rebuscando en el material que podría considerarse adecuado y leyendo entre líneas podemos atrevernos a dar algún tipo de respuesta. También hay que utilizar el sentido común para separar la verdad de la simple propaganda y poder dibujar un retrato nuevo y más certero de Constantino el Grande, de sus logros y de su imagen histórica.
En Constantino el Grande: una guía fascinante del primer emperador romano de fe cristiana, y cómo gobernó el Imperio romano, descubrirá temas como
— Los primeros años de Constantino el Grande
— Los primeros años de gobierno
— Las guerras civiles
— Constantino, un administrador generoso
— El hombre que se escondía tras el emperador
— Constantinopla
— Constantino y el cristianismo
— Últimos años de gobierno y muerte
— ¡Y mucho, mucho más!
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