¿Qué puede hacer un diablo ante la pureza y la bondad de alguien como Iván el Tonto? Todos sus intentos por corromperlo, por provocar su codicia y su ambición con dinero y otras promesas son vanos. Sin siquiera proponérselo, Iván arruina una y otra vez con su inocencia y su tesón las tretas con las que el diablo juega a llevarlo a su terreno. De manera desinteresada, Iván hace el bien a sus vecinos sin esperar recompensa, del mismo modo que se ocupa de labrar la tierra o de recoger la cosecha. En las 27 historias recogidas en el libro, muchas de ellas inspiradas en la mitología popular rusa y en las fábulas de la tradición clásica, el conde ruso Lev Tolstói (1828–1910), una de las grandes figuras de la cultura universal, demuestra su confianza en el género humano y especialmente en los niños y jóvenes, que a través de su inocencia y grandeza representan la esperanza de la sociedad. Exaltando valores esenciales del alma humana como la nobleza, la honestidad, el amor por la justicia y la libertad, sus moralejas se ambientan tanto en una cabaña como en el palacio de un rey, y todas las situaciones sirven para poner a prueba el ingenio y demostrar que el camino del bien siempre enriquece al hombre y lo conduce más fácilmente a la felicidad.