Breve historia del ya merito

La vida se vive hacia delante pero se entiende hacia atrás, diría Kierkegaard.

según el mito, Cuauhtémoc quiere decir «Águila que cae»).

La derrota vende, la mediocridad no.

La vida se vive hacia delante pero se entiende hacia atrás, diría Kierkegaard.

El futuro daría otro sentido a ese pasado. La vida se vive hacia delante pero se entiende hacia atrás, diría Kierkegaard

Tuve una infancia triste que no alcanzó el rango de tragedia. No padecí la guerra, el exilio, el hambre ni la enfermedad. Fui un desajustado promedio. Mis desgracias pertenecían a los lugares comunes de la clase media: padres que no se llevaban bien, una escuela autoritaria, un barrio donde el prestigio se decidía con los puños, un dentista que no usaba anestesia. El futbol apareció en mi entorno como el espacio compensatorio donde los héroes fallaban mejor que yo.

Quizá podríamos ofrecer una explicación inverosímil, y no por ello menos precisa: el futbol mexicano padece no de gigantismo sino de una desmedida adolescencia.

País tan grande, pretendido gigante regional, por qué habría de buscar fogueo si en la región ya somos excelentes.

El PRI había logrado a expensas de su férrea disciplina lo que en futbol jamás sería posible; alzar la copa cada seis años, cada vez que se le diera la gana y pasando por encima de cualquier rival.

porque en la tierra donde el águila se comió a la serpiente ser patriota significa honrar a los perdedores