Las mascotas secretas

Gritaban mucho, dejaban las mochilas por todas partes, las chamarras sobre los muebles y sus calcetines olían a queso. Ocupaban mucho espacio.

cosa es que el maestro de deportes había dividido al grupo en dos equipos para jugar futbol: los Camaleones y los Pingüinos. Pedro quedó del lado de los Camaleones y Mina y Pepita del lado de los Pingüinos.

señora Maru le regaló un libro de aves y Pedro se ponía feliz cada vez que identificaba una.

¿Ves? Hay forma de estar cerca de los animales, sin necesidad de jaulas.

Pedro fue. Al asomarse vio un bebedero para colibrís, colgando a poca distancia de su mano. Estaba lleno de néctar artificial color rojo.

Cuando Pedro conoció a Mina, sus animales preferidos eran los perros. Al llegar Pong a vivir a casa de Mina, su deseo de tener un perro, un gato o un hámster creció y creció, pero sus papás se negaron a meter un animal en el departamento. Simplemente, no había espacio.

Una vez, en medio del programa, dijo con fuerza:

—¡Ojalá usted fuera mi mamá!

Ni Pedro ni Mina podían jugar con Pong cuando Pepita iba de visita, porque a Pepita le gustaba ver la tele todo el tiempo y los obligaba a sentarse con ella frente al aparato.

—No, no me da pena. ¿A ti no te da pena ser tan metiche?

Y peleaban hasta que Mina intervenía

Mina se reía y contestaba:

—No es una rata, es un hámster y lo que huele, y poquito, es el aserrín