La inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón han heredado un muerto que había permanecido cinco años mudo, aparentemente resignado a su suerte. Una Petra madura y resolutiva, pero con los nervios a flor de piel, deberá investigar junto a la policía italiana para resolver un caso que pone a prueba tanto su perspicacia como su intuición.El caso se reabre a requerimiento de la viuda del hombre asesinado en 2008, Alfonso Siguán, un empresario textil barcelonés de 70 años, liquidado en circunstancias sexuales escabrosas. Su cadáver se halló en su apartamento, adonde había acudido en compañía de una joven prostituta. Las culpas recayeron sobre el chulo de ésta; pero fue encontrado muerto a su vez en Marbella, tres días después. Las pesquisas se cerraron en falso.