No es fácil ser pequeño en un mundo de adultos. Hacerse mayor es siempre un proceso arduo y, en ocasiones, terriblemente doloroso. Los niños que desfilan por este libro de relatos se ven obligados una y otra vez a tomar decisiones trascendentales porque los adultos que los rodean sencillamente no están a la altura, empujándolos a acciones terminantes que acaban convirtiéndose en experiencias traumáticas o, por el contrario, en momentos de autoafirmación. Un niño que teletransporta a su padre maltratador a la Luna, una niña que abre una ventana para expulsar a Dios de la habitación, hermanos que aguardan pacientemente la muerte de una tía abuela rica, una empollona que encuentra la ocasión perfecta de vengarse definitivamente del profesor de Educación Física que le tiene ojeriza… son algunos de los personajes que habitan el poderoso e inquietante imaginario de Lana Bastašić.
La infancia que retrata Dientes de leche, lejos de la edulcorada idealización a la que tantas veces la sometemos, nunca es tierna, sentimental o inocente. En estos cuentos deliciosos y despiadados, que hacen pie en el siempre conflictivo universo de la vida familiar, los niños y los adolescentes se enfrentan a lo oscuro y a lo espeluznante porque, en el cruel mundo que habitamos, esa es la única manera en que es posible crecer.