¿Alguien puede imaginarse que el partido nazi de Hitler, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, estuviera hoy representado en el Bundestag? Es impensable y no falto de razón, por su pasado criminal y sanguinolento. Pues sepa usted, amigo leedor, que en España, somos tan demócratas, tan benevolentes, que permitimos que existan hoy partidos políticos de pasado criminal e incluso terrorista, representados en el Congreso de los Diputados y el Senado. Por si no fuera suficiente, estos partidos conservan sus denominaciones primigenias y nos dan clases de lealtad, democracia, humanidad… Son votados con ardor por varios millones de electores, imagino que mayoritariamente por ignorancia, ceguera y quien sabe qué. Otros por convicción ideológica, claro. Y todo está bien, hay que reconocer que hoy en día, de momento, se comportan de forma racional. Pero lo realmente doliente, es que sean ellos, quien una y otra vez rememoren las acciones criminales del régimen anterior, como si los miles de muertos hechos por su bando, no contaran. Va por todos aquellos que fueron víctimas de políticas sectarias, para que no vuelvan a repetirse nunca más.