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Cassandra Clare

Ciudad de los ángeles caídos

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Alguien está dando muerte a los Cazadores de Sombras del círculo de Valentine, y esas muertes enemistan de nuevo a los Cazadores de Sombras con los subterráneos. Sólo Simon, ahora convertido en vampiro, podrá evitar el enfrentamiento. Mientras, Clary y Jace descubrirán un misterio que les llevará a fortalecer su relación o… a destruirla para siempre.
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457 printed pages
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Impressions

  • Ivanna Peñaloza Acevedoshared an impression7 years ago
    👍Worth reading
    🎯Worthwhile
    💞Loved Up
    🚀Unputdownable

    Menkata

  • Adriana Peñashared an impression3 years ago
    👍Worth reading

  • Nikyshared an impression4 years ago
    👍Worth reading
    💞Loved Up
    🚀Unputdownable
    😄LOLZ

Quotes

  • gracielamv20has quoted8 years ago
    Beati bellicosi: Benditos sean los guerreros».
  • Marlene.has quoted8 years ago
    —Es una buena organización —dijo Magnus—. Conocí a su fundador, en el siglo diecinueve. Woolsey Scott. De una respetable y antigua familia de licántropos.
    Alec emitió un desagradable sonido gutural.
    —¿También te acostaste con él
  • Sari :>has quoted2 days ago
    No estaba seguro de lo que podía esperarse después de que sus autonombrados guardaespaldas se hubieran dado cuenta de que había salido del apartamento sin que se enteraran de ello. Se imaginaba una recepción con frases del tipo: «Vuélvelo a intentar y te mataremos». Pero jamás se le habría pasado por la cabeza encontrarse a Kyle y a Jace sentados en el sofá, codo con codo, y comportándose como los mejores amigos del mundo ante los ojos de cualquiera. Kyle tenía en las manos el mando del videojuego y Jace estaba inclinado hacia adelante, con los codos apoyados en las rodillas, observando con atención el desarrollo del juego. Ni se dieron cuenta de que Simon acababa de entrar.

    —Ese tipo de la esquina mira hacia el otro lado —comentó Jace, señalando la pantalla del televisor—. Si le atizas una patada de rueca, lo mandarás al carajo.

    —En este juego no se pueden dar patadas. Solo puedo disparar. ¿Lo ves? —Kyle machacó algunas teclas.

    —Vaya estupidez.

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