cierto es que no hay nada en la tierra, ni en el cielo, mucho lo temo, que pueda responder a la idea que nos hemos formado de la felicidad... Nos educan como a espíritus puros, y en realidad no somos más que mujeres... hijas de Eva... nada, nada más. Nos vemos obligadas a descender o a morir, sin haber vivido... Quien quiera hacer de ángel, hace de estúpida, ¿sabes?