Génesis 20.7. Ahora, pues, devuelve la mujer al marido, pues él... es profeta ... ; pero si no se la devuelves, sabe que ciertamente morirás...
Este pasaje del Salmo 105 sirve como una especie de escudo para el sacerdocio contra el poder secular. En la Edad Media se utilizaba para evitar que los sacerdotes fueran juzgados por tribunales seglares, pues el rey no debe hacer mal a los profetas de Dios, término que se ampliaba generosamente a toda la clerecía en general. Esto era una ventaja para los curas, porque los tribunales eclesiásticos no dictaban penas de muerte; tal privilegio se denomina «sanción de la iglesia».