Todavía solemos decir que una persona “contrae” una infección, cuando sería más apropiado decir que en realidad lo que ocurre, como dice Jules Masserman,7 es que “reacciona adaptativamente con todos los medios fisiológicos a su alcance: fiebre, leucocitosis, antitoxinas, cambios inmunológicos, etc., ante una compleja combinación de circunstancias internas o externas que le hicieron temporalmente susceptible a una infección bacteriana”.