Ruslán es un perro guardián en un campo de trabajo del Gulag soviético. De la noche a la mañana él y sus compañeros ven cómo los campos se vacían de prisioneros y cómo sus amos, los guardias, a los que aman incondicionalmente, les abandonan a su suerte; durante las semanas posteriores Ruslán deberá adaptarse a su nueva situación. Vladímov, uno de los escritores rusos más destacados de la segunda mitad del siglo XX, utiliza el punto de vista del perro para explicar la inhumanidad del sistema soviético. Y lo hace partiendo de una situación que se produjo en la Unión Soviética a finales de los cincuenta, cuando los cambios introducidos por Nikita Jruschov permitieron la liberación de millones de prisioneros y el desmantelamiento de parte del sistema soviético de campos de trabajo. Una primera versión de El fiel Ruslán titulada «Los perros» circuló clandestinamente en la URSS durante los años sesenta. Vladímov continuó trabajando en la novela hasta 1974, cuando consiguió sacar el manuscrito del país; un año más tarde se publicó en Alemania. Está considerada como una de las mejores novelas rusas de la segunda mitad del siglo XX.